¿QUIEN LE TUESTA LA CANCHA A NUESTROS "CHOLOS"?

El refranero popular peruano registra una sentencia no menos sabia que picante:

"Nadie tiene la culpa sino quien le tuesta la cancha al cholo".

¿Quién tiene la culpa de que la campaña electoral se haya vuelto un espectáculo frívolo e insubstancial?

¿Los candidatos a la Presidencia de la República? 
¿Los medios de comunicación? 
¿Quiénes envilecen el proceso? ¿Quiénes tuestan "la cancha" de estos tiempos?

Se puede decir que las elecciones presidenciales peruanas se han vuelto como un jarabe de cebolla; que debe suministrarse diluído en naranjada para disimular su horrible gusto; para no provocar las arcadas del paciente enfermo de bronquitis.

Es que a ese nivel de folklorismo hemos llegado, apreciados lectores.

Cuando los medios encienden una cámara o alargan un micrófono para que algún candidato "se despache" en Agua Dulce, La Parada, Punta Sal o en El Golf de San Isidro; y el registro resulta "chicharroneado" mañana, tarde y noche por los medios; en verdad lo que ocurre es una refuncionalización del espacio político; una vulgarización a la medida de la mentalidad, el nivel de instrucción y la capacidad de retención de la gente.
Al nivel de "las masas", como diría Genaro Ledesma (el recordado Chumbeque).
Pero, me atrevería a ir más lejos. Los medios homologan el discurso al nivel de una tribu o de un grupo no contactado.

Y el espacio de divulgación, diálogo, entrevista, debate y discurso político se convierte en otra cosa: en una "mistura", en una suerte de feria-kermesse-programa de farandula-peluquería-pista de baile-espectáculo coliseístico-programa femenino del mediodía (con homosexual adentro)-show de imitadores, etc.

Si la India, potencia económica mundial, es una democracia consolidada en 70 años que admite legal y moralmente la miseria de millones de indios porque nacieron pobres y deben morir pobres (de acuerdo al sistema de castas) ¿Por qué la política peruana no puede convertirse en un "mercado modelo"?
Si la India es una Democracia, a pesar de sí misma ¿Por qué el Perú no puede tentar una condición similar? ¿Por qué no? Si eso somos. Si eso fuimos siempre.

¿Civilización o Barbarie?

¿Mercado o precapitalismo?

¿Innovadores científicos o Picapiedras" ?

¿Vendedores ambulantes y camioneros? o ¿Profesionales liberales y empresarios industriales?

¿Debemos cambiar como país y como sociedad? o ¿Debemos seguir envilecidos en la embriaguez de la imbecilidad? 

El espectáculo mediático de la campaña electoral es sintomático.

¿Quién le tuesta la cancha a nuestros "cholos"?
Los medios de comunicación, no cabe duda. Que reservan sus pantallas, páginas, ondas herzianas, programas, tiempo, esfuerzo, dinero, personal... a celebrar la estupidez, a "ayayear" el estropicio humano; con cero capacidad crítica, con cero análisis, con cero oportunidad de debate; con cero redención.

Dicen que la miseria "vende". Que lo impresentable y lo indigno es lo correcto.

En uno de los programas de reportajes de domingo por la noche (ese peruanísimo género televisivo) los sociólogos Panfichi y Venturo comentaban que los candidatos que "saben bailar mejor" son mejor apreciados por las personas porque los sienten más auténticos.

Jesucristo.

Pobres Ciencias Sociales.

¿Significa que quien gana "el show de los sueños" o es "más barrio" o -como dijera el psicoanalista Jorge Bruce- demuestra ser "más pendejo" es el que merece el favor del electorado? Oigan ¿Y la decencia? ¿Y la academia? ¿Y la solvencia profesional? ¿El sentido visionario y la consecuencia politica? ¿No valen nada?

Por eso sumir y mantener en la ignorancia a la gente es muy rentable políticamente. Mantiene un sistema donde todo tiene correspondencia: campañas superficiales, artistas, vedettes, deportistas,"campañólogos", medios de comunicación, políticos corruptos, candidatos borrachos, emergentes, mudos, tartamudos, impulsivos, marciales, con cero experiencia en gestión pública, con un linaje de corrupción monumental.

Tómense un cuba libre después de leer esto.
Y una coca cola mientras disfrutan la columna de Patricia Del Río.

Oscar Contreras Morales.- 

POR UNA MEJOR CAMPAÑA (PARA LEER TOMÁNDOSE UNA COCA-COLA)

Escribe PATRICIA DEL RÍO para el Diario PERÚ 21
http://peru21.pe/impresa/noticia/mejor-campana-leer-tomandose-coca-cola/2011-02-18/297333

Por cada mechón de pelo que se cortan los candidatos para demostrarnos que no se drogan, hay más de 100 mil toneladas métricas de hoja de coca sembradas en nuestro país, sobre lo que no escuchamos ninguna propuesta electoral seria.

Por cada bailecito, dancing o pasito vergonzoso que se echan los aspirantes a presidentes en calles y plazas para ganar votos populares, hay 3 millones de peruanos con alguna discapacidad que esperan programas que les aseguren ciudades preparadas para movilizarse.
Por cada plato de olluco, charqui, o combinado que devoran estos señores frente a cámaras, todavía tenemos 425 mil niños peruanos que se van cada noche muertos de hambre a dormir, porque padecen de desnutrición crónica.
Por cada polito que regalan los políticos con su cara sonriente al lado de su numerito, mueren más de 500 personas en las zonas altas del Perú, y más de 20 mil enferman de neumonía, por no tener con qué abrigarse.
Por cada salud compadre, o brindis parrandero, que se pegan en sus mítines quienes pretenden dirigir el país, y por cada botellita de vino con la cara feliz del presidente, diez peruanos pierden la vida, cada día, en accidentes de tránsito provocados muchas veces por el consumo de alcohol.
Por cada insulto gratuito que se lanzan los rivales políticos, las más de 100 mujeres que morirán masacradas, insultadas y torturadas por sus parejas esperan alguna propuesta contra la violencia familiar.
Por cada cura, periodista o político que insiste en tratar a su rival de maricón e intolerante, hay decenas de brutales policías agarrando a jóvenes homosexuales a patadas en las calles por cometer el pecado de besarse.
Por cada sol invertido en millonarios spot electorales, en los que aparecen los candidatos muy bien maquillados sin proponer nada interesante, hay más de cinco millones de niños que aún no entienden lo que leen, que esperan más recursos para su educación.
Por cada mensajito, insulto o saludito enviado por los candidatos vía Facebook o Twitter hay 75% de peruanos, sin acceso a Internet, que no se enteran de nada.
Por cada chapuzón electoral en piscinas, parques zonales, playas y charcos, más de 6 millones de peruanos viven sin contar con el servicio de agua potable.
Por cada aporte fantasma a las millonarias campañas electorales que los candidatos se niegan a esclarecer, 6 mil millones de soles se pierden anualmente por corrupción en el Perú.
Por cada promesa falsa, payasada electoral, snobismo mediático, o gesto mamarrachento de los que ha caracterizado hasta ahora esta frívola campaña electoral, hay 28 millones de peruanos esperando ansiosos mensajes claros, propuestas viables y candidatos decentes, que les aseguren un futuro mejor.