No terminamos de entender al periodismo deportivo peruano.
Es absolutamente esquizofrénico, informado por voces diversas y extrañas sobre lo que se debe decir, preguntar o reportar sin que prime o medie impronta alguna, reflexión, deber de consciencia o limitante moral. Y lo más grave de todo, cambiando de pensamiento o creencia cada cinco minutos.
La imbecilidad retroalimenta el sistema del fútbol en el Perú: Burga + dirigentes + árbitros + futbolistas + técnicos + medios + periodistas + aficionados.
Un ejemplo palmario es el perdón a Farfán y Cía.
Desde que ocurrió el castigo para Farfán, Manco y Galliquio, y frente a la incomodidad manifiesta del técnico de la Selección Peruana Sergio Markarián, los reporteros largaban preguntas absurdas del tipo..... "Profe, este....entonces... ¿Podemos esperar su perdón a Jefferson Farfán?.....". O balbuceos como...... "Profe, un poco (sic)... hmm...cambiando de tema, podría decirnos ¿qué tiene que pasar para que los perdone?"La denuncia contra Farfán, Manco y Galliquio (los vamos a llamar "los ingleses" porque positivamente se llaman Jefferson, Reimond y John) partió de la prensa deportiva peruana. Un "periodista" acreditado en Panamá, se mantuvo en vela hasta las 3 de la madrugada, esperando un "movimiento en falso" de algún miembro del equipo luego del partido con Panamá..... y fabricó una noticia.
Sin pizca de moral, sin limitantes, sin lealtad, fotografió y denunció a "los ingleses" ingresando a un Casino-Burdel en Ciudad de Panamá.
Ese "periodista" y sus "colegas" consiguieron lo que querían: la sanción contra "los ingleses". Vendieron muchos diarios, muchas notas exclusivas para la TV, movilizaron por 05 minutos a la opinión pública contra "los ingleses"; hubo rasgados de vestiduras, denuncias, defensas, silencios, maldiciones, sanciones, harta promoción.
Y al día siguiente del anuncio de Markarián, ya le preguntaban al técnico.... "Profe, un poco (sic), hmm..."
¿Qué diablos sucede aquí?
¿Esta estupidez es gratuita o estupidez pura?
¿Saben por qué los actores y las actrices de teatro después de las funciones se van a un bar, a la discoteca a bailar, al karaoke, a caminar? ¿Saben? ¿Creen que son unos bohemios natos, unos malevos, unos alcohólicos, drogadictos y libertinos? ¿Saben?
Porque hubo tanta descarga de adrenalina de su parte durante la función que necesitan irla bajando progresivamente, en lo que dure la noche. No pueden irse directamente a dormir, porque no lo van a conseguir, más bien podrían sufir otro tipo de transtornos y contratiempos.
Con un futbolista pasa más o menos lo mismo. Quizá con mayor desgaste físico, con demasiada inversión emocional después de un partido de fútbol, considerando los millones de pares de ojos puestos sobre ellos a través de la TV a partir de las 40 cámaras distribuidas en el Estadio. Entonces, finalmente lo que hiceron (o dejaron de hacer) Farfán, Manco y Galliquio es entendible. Pero, debiera importarnos un comino.
Son adultos y su relación profesional es con el técnico, no con nosostros. Quien decide un alojamiento deportivo, lo que se hace en la noche después del match, quien reconviene, negocia o sanciona es el técnico; y eventualmente los dirigentes.
No pueden haber intermediarios ni correveidiles.
Punto.
En el sistema del fútbol peruano todos deben ocupar su lugar.
Deben existir códigos profesionales. Un periodista no debe buscar ni poner en entredicho al entrenador de la Selección Nacional quedándose hasta las 3 am buscando futbolistas trasnochadores.
La prensa analiza los partidos, recoge opiniones de los partidos, de los entrenamientos, de los protagonistas. Reporta fútbol. Nada más. Y debiera entender que los futbolistas son seres humanos, que ganan muchísima plata pero que están sometidos a sobre explotación laboral y mediática. Y que en su tiempo libre tienen derecho a hacer lo que les da la gana.
Entonces este perdón de Markarián (en la oportunidad y manera que él estimó conveniente, no apurado por la prensa) le viene muy bien a la Selección y al Perú futbolero.
Aquí el único que manda es él: ni Pizarro, ni la prensa esquizofrénica, ni Burga, ni los antecedentes deportivos (los honorables y los catastróficos) mandan. El único que manda es Sergio Markarián.
Sería una veleidad, en este momento, prescindir de Farfán, si tenemos en cuenta la manera en la que viene jugando en Europa.
Prensa deportiva ¿Querían el perdón a Farfán, Manco y Galliquio?
Pues, ahí tienen su maldito perdón. Ya cállense.
Oscar Contreras Morales.-
Hacer magia es crear algo irreal. Darle vida a un suceso que a la vista se hace difícil de creer. Puede entonces que Sergio Markarián haya logrado hacerle honor a su apelativo. Porque el perdón a los jugadores que infringieron la disciplina en Panamá, que en un principio asomaba casi imposible, hoy se resume en un ‘no lo vuelvas a hacer’.
Porque la ruta que tomó la decisión del DT, que es sagrada como cabeza del proceso de selección, no parece haber sido la correcta. Markarián, hombre tan apegado al respeto y el orden, prefirió “dar la exclusiva” del fin de la sanción a Jefferson Farfán, John Galliquio y Reimond Manco al canal que transmite los partidos de la selección. Lo mejor hubiera sido, por ser un tema delicado, enviar un comunicado o convocar a conferencia para anunciar la medida.
“Levanté la sanción impuesta por un tema de indisciplina que no fue grave, que fue un tema menor”, señaló Markarián. Pero si fue un tema menor, entonces ¿por qué hubo sanción? Cuesta creer que un “tema menor’ sea escaparse de una concentración, cambiarse de ropa para no ser descubierto y asistir al Casino Venetto donde no había solo juegos de azar, sino quizá también “diversiones para caballeros’.
“Esto no tiene que ver con malos resultados ni con presiones ni nada”, añade el ‘Mago’. Pero cuánta presión puede existir si los llamados referentes del equipo (Claudio Pizarro, Paolo Guerrero y Juan Manuel Vargas) ‘solicitaban’ el regreso del sancionado. Farfán, en tanto, si bien cerró en 2010 con balance negativo en el Schalke 04, se lució este 2011 al clasificar a la final de la Copa Alemana y a la semifinal de la Champions, con dos golazos incluidos. Un rendimiento que movía masas.
TODOS APLAUDEN. Conocido el perdón a la ‘Foquita’, sus compañeros de selección se dejaron sentir. ‘Jeffri’ tendrá que trabajar en beneficio del equipo con disciplina”, señaló Alberto Rodríguez. En tanto, Santiago Acasiete compartió la decisión del DT. “Farfán será de ayuda para el grupo”, dijo el ‘Santi’.
“Le he pedido a Dios que me ilumine y me dé fuerzas para resolver esto”, dijo el “Mago’. Desde este punto de vista quizá debimos ofrecerle un contrato directamente a Dios.
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