Se confirmó la presentación del ex beatle Paul McCartney en Lima, el próximo lunes 09 de mayo de 2011, a las 21:00 hrs.
Si nos ponemos apostólicos, hasta podríamos decir, después del 09 de mayo... "Habitó entre nosotros...".
Si nos ponemos apostólicos, hasta podríamos decir, después del 09 de mayo... "Habitó entre nosotros...".
Se van a divertir mucho con el show del UP AND COMING TOUR. Su duración aproximada es 2 horas 50 minutos. Paul se encuentra en envidiable condición física (pensar que es un hombre adulto mayor, con una solvencia física, vocal y musical propia de un muchacho de 22). Además, la fidelidad de audio, el soporte visual, la pirotecnia y la banda de apoyo son de un orden muy alto. Habría que darlo por descontado.
Se puede decir, también, que alojar a un beatle en Lima resulta, a estas alturas, una bendición. Y -de alguna manera- un indicador de emergencia económica luego de treinta años de "plagas apocalípticas" (terrorismo, hiperinflación, terrorismo de Estado, narcotráfico, shock económico, corrupción, fenómeno del niño).
Hasta resulta justo que el pueblo del Perú se distraiga, se distienda y se reivente con el show de Sir Paul McCartney: un verdadero héroe del rock n roll.
Hasta resulta justo que el pueblo del Perú se distraiga, se distienda y se reivente con el show de Sir Paul McCartney: un verdadero héroe del rock n roll.
Algo bueno esta sucediendo en el país, no todo puede estar mal.
¡Que viva Paul McCartney!
Óscar Contreras Morales.-
¡Que viva Paul McCartney!
Óscar Contreras Morales.-
Paul McCartney: Ser un sobreviviente es un privilegio (Diario EL MERCURIO de Chile)
El ex Beatle actuó anoche en Buenos Aires, como parte de la gira Up and Coming, que esta vez no tuvo parada en Santiago. En un diálogo profundo y sincero, McCartney recuerda a John Lennon, habla de la separación de su grupo, de su relación con Yoko Ono y desmitifica leyendas, como por qué estaba descalzo en el disco "Abbey Road".
Sebastián Ramos La Nación de Buenos Aires Tratándose de un Beatle, corresponderían no uno, sino cuatro títulos. Uno sesentero: "The Beatles hicieron muchos cambios para mejorar el mundo". Otro de tono desmitificador y beatlemaníaco: "Cuando salimos para hacer las fotos para la portada de 'Abbey Road', simplemente me saqué las sandalias y crucé la calle con el resto". Quizás uno sensacionalista y fuera de contexto: "No tengo relación con Yoko". Y el último, dedicado a su amigo y compañero de la sociedad más intensa y creativa de la música popular de los 50 años: "Tener a tu lado a una persona como John probablemente te suceda una sola vez en la vida". Con ellos siempre fue así. Cada uno elige el Beatle que quiere. Aquí también usted podrá quedarse con el Paul que más le guste.
El compositor
"Hola, soy Paul", saluda, y comienzan a correr los estrictos 20 minutos de charla.
-La lista de temas de estos conciertos es una gran retrospectiva de su carrera, ¿cómo se ve a sí mismo cuando mira hacia atrás?
"¿Como si me mirara en un espejo? No lo sé, en cierta forma me veo como un muchacho afortunado. Si miro atrás, veo al niño Paul, creciendo en medio de la Segunda Guerra Mundial, lo cual era un momento muy interesante, y luego formamos The Beatles, que significó un tiempo de liberación, donde no sólo nosotros, sino un montón de cosas estaban cambiando. Había mucha más libertad para la gente joven y allí fue donde pudimos desarrollar un talento que nos permitió hacer música muy buena. Lo puedo decir ahora, después de que ha pasado tanto tiempo, porque en aquel momento habría sido muy soberbio. Ahora, como lo que hicimos ha durado tanto y ha sido tan exitoso, creo que puedo decir que fui muy afortunado de haber sido una cuarta parte de todo eso".
-En la década del 60, una generación de músicos se propuso cambiar el mundo con su arte, ¿qué significado tiene la música pop en estos días?
"En los años 60, la gente comenzó a darse cuenta de qué cosas podían ser hechas en el mundo y en la música. Creo que The Beatles hicieron muchos cambios para mejorar el mundo. En esa época, la gente se despertó, se dio cuenta de que tenía libertad, que tenía una suerte de voz. Y ahora me encuentro con mucha gente que viene y me dice que, de una u otra forma, le cambié la vida, que la música que hicimos les hizo creer que ellos podían hacer algo importante. Hasta entonces era como que la gente tenía las cosas establecidas por sus padres, por la escuela o por las tradiciones, era como que tenían un sendero establecido. Eso ha sido muy importante y cuando uno mira la música pop en estos días, encuentra tanta gente que continúa con eso: Bob Geldof; Bono, de U2; Coldplay. Hay mucha gente que hace muy buen trabajo en nombre de las buenas causas. Y también está el otro lado, esa música que es sólo entretenimiento, diversión, sólo para que la gente baile, para hacer una fiesta, y está bien que así sea".
-¿En qué dirección ha cambiado su proceso creativo en los últimos años?
"Todo cambia, uno aprende e intenta diferentes cosas. Lo que hago ahora es distinto y, en primer lugar, tienes que recordar que en los primeros tiempos tenía a John. La mayoría de las cosas que hacíamos eran colaboraciones y eso hacía un estilo determinado. Incluso cuando trabajábamos separados, hacíamos cosas en el mismo estilo. Desde entonces, trato de no hacer lo mismo todo el tiempo y de allí que mi aproximación a la composición haya cambiado. Aunque creo que afortunadamente sigo escribiendo buenas canciones".
El sobreviviente
McCartney suele tener como frase de cabecera una que escribió hace ya tiempo: "Toma una canción triste y hazla mejor". Por eso no resulta extraño que su concierto de tres horas sea una celebración constante, incluso cuando recuerda a sus seres queridos que ya no están, como John, George Harrison o su primera esposa y compañera en el grupo Wings, Linda Eastman.
-¿Ha sido difícil ser el sobreviviente, el hombre que siempre debe contar la leyenda?
"Debo decirte que para mí aquélla fue una gran época, lo disfruté mucho. Éramos unos niños en Liverpool cuando armamos la banda y empezamos a hacer algo; después se hizo algo realmente especial y, más tarde, fue una locura mundial. Después hice Wings, que también estuvo muy bueno, y ahora hago cosas solo y también lo siento bastante especial. Toco canciones de The Beatles porque me encanta recordarlas y la gente las ama. Ser un sobreviviente de todo aquello es un privilegio".
-Este año se recuerda a Lennon por partida doble: 70 años de su nacimiento y 30 de su muerte... ¿Cuál fue la mayor influencia que le dejó?
"Lo recuerdo con gran amor. Un día especial que siempre recuerdo es cuando nos encontramos y comenzamos a trabajar juntos. Creo que la mayor influencia es la forma en la que componíamos juntos. Lográbamos que sucediera algo especial. Antes de cruzarnos, trabajábamos de forma individual, pero era algo pequeño y cuando nos encontramos, eso mismo que hacíamos se hizo grande. Creo que los dos nos hemos influenciado mutuamente. Escribir juntos se hacía muy fácil, muy simple. Yo tenía una idea, él tenía una idea y otra y otra, era una especie de pimpón de ideas y, al final de la sesión, teníamos una nueva canción. La influencia musical fue probablemente la más importante. Si bien trabajé con gente muy creativa, creo que tener a tu lado a una persona como John probablemente te suceda una sola vez en la vida".
El Beatle
-En abril se cumplieron 40 años de la separación de The Beatles, ¿Cómo recuerda ese momento? ¿Sigue pensando que fue la mejor decisión?
"Fue muy difícil para todos, porque habíamos estado mucho tiempo juntos. Por primera vez, teníamos grandes problemas para manejar los negocios. Antes no teníamos que pensar en esas cosas porque Brian Epstein se hacía cargo, pero cuando murió tuvimos que ponernos a pensar en eso. Fue entonces cuando abrimos Apple y cuando desde los Estados Unidos vino Allen Klein; las cosas se pusieron tan difíciles que era imposible continuar. Cuando pienso en ello, me doy cuenta de que de algún modo tenía que suceder y tenía que terminar en ese instante. En verdad, el final fue difícil, por eso trato de hacer foco en las grandes cosas que habíamos hecho antes".
-¿Qué significa para usted cerrar ahora todos sus conciertos con un tema como "Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band"?
"Es muy gratificante tocar canciones que escribí hace tantos años, porque me lleva la memoria hacia atrás. Entonces, cada vez que la toco, pienso en el día que grabamos esa canción. Con The Beatles sólo la tocamos una vez, cuando la grabamos. Ese hubiera sido el final de la canción porque nunca la habríamos tocado de nuevo, pero con la banda actual la rescatamos y está bueno mantener la canción viva. Además, trabaja muy bien, creo, en el final de un show, porque fue escrita para ser el final de un espectáculo. Creo que es un buen final y muy disfrutable, tanto para el público como para la banda. Es un tema muy liberador".
Los mitos
-¿Puedo hacerle un par de preguntas más, pero como fan de The Beatles?
"Adelante".
-¿Por qué aparece descalzo en la tapa del último álbum de la banda, "Abbey Road"?
"Hacía calor y estaba trabajando con sandalias, en el estudio. Cuando salimos para hacer las fotos, para la tapa del disco, simplemente me las saqué y crucé la calle con el resto, pero descalzo. Nadie se murió, no hubo ningún funeral como cuenta la leyenda".
-¿Nunca pensó en grabar algo junto con Yoko Ono?
"No, no tenemos una relación musical. La veo a menudo, nos mandamos tarjetas de Navidad y regalos para los cumpleaños. Tenemos una buena relación, pero no musical".
-Pensando en Charles Manson, Mark Chapman y todas esas cosas extramusicales en torno a Los Beatles, ¿por qué cree que sucedieron? ¿Fue la confusión de la época o lo que Los Beatles representaban en ese momento?
"Yo creo que fueron las drogas. Un montón de gente tomaba drogas, y algunos, como los que tú mencionas, se volvieron locos".
-¿Y qué cree que representan Los Beatles hoy?
"Creo que, en cierto punto, aún representan la libertad, la buena música, y cada vez más y más nos convertimos en leyenda. Pero lo principal es que aún representamos el disfrute por la vida".
Hasta $1.200.000 pesos chilenos por entrada
La expectativa que despertaron los dos conciertos de Paul McCartney en Buenos Aires, ayer y hoy, llevó a que las entradas se agotaran rápidamente. Ayer, desde temprano, se armaron largas filas para lograr una buena ubicación en un show que sería abierto por el ex vocalista de Los Piojos, Andrés Ciro Martínez.
No faltaron los revendedores que ofrecían tickets hasta por 10 mil pesos argentinos; es decir, más de $1.200.000 en moneda chilena.
Los argentinos se rindieron a sus pies. Un Paul McCartney en gloria y majestad regresó anoche a la capital argentina, que había recibido su última visita en 1993. El estadio River Plate estaba completamente lleno: 45 mil fanáticos habían hecho una larga cola para esperar a su ídolo. Varios llevaban globos celestes y carteles con saludos para el artista. Entre el variopinto público -que incluía varias mujeres sobre los 40 y familias completas- se distinguía a celebridades como Charly García, que fue ovacionado cuando hizo su ingreso al estadio.
Tras un teloneo acústico de hora y media de Andrés Ciro, vocalista del grupo Los Piojos, McCartney apareció en el escenario puntual a las 21:00 horas con un potente mix de "Venus and Mars", "Rock show" y "Jets". Antes, saludó al público argentino con un "¡Hola, Buenos Aires!". Intentó comunicarse en español con el público a lo largo de las tres horas de concierto.
Haciendo gala de su versatilidad en el escenario, el músico británico partió con su clásico bajo, pero tocó varios instrumentos a lo largo de la velada. El repertorio de su show se centró principalmente en su época en Wings; sin embargo, como era de esperarse, incluyó varios temas de toda su carrera beatle y solista. Un par de canciones las dedicó a sus fallecidos amigos y compañeros beatles John Lennon y George Harrison.
Este es el primero de los dos conciertos que el músico daría en Argentina como parte de su gira Up and coming. El otro se realizaría hoy, en el mismo estadio, y también tenía todas sus entradas vendidas, a pesar de los elevados precios que llegaban hasta los 6 mil pesos argentinos, algo así como $ 720 mil chilenos.
Y aunque hace tiempo que circulan rumores de que el músico de 68 años podría tocar en Chile en 2011, hasta ahora no hay nada confirmado. Lo que sí se sabe es que esta no es una gira de despedida, pues él mismo se encargó de aclararle a los medios trasandinos que no pensaba retirarse de los escenarios todavía.
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