Pudiendo vivir en el lluvioso y sombrío Londres, ¿para qué volver a su localidad natal, Burbank, en los aledaños de Los Ángeles, todo calor y bochorno californiano? Si eres el cineasta gótico por excelencia, no debe de haber muchas dudas, a pesar de que Tim Burton —quién si no— trabaje para Warner, el estudio de Hollywood que tiene su sede central en Burbank. Curiosidades del destino de alguien que comenzó en Disney, y que se declara desde luego “un tipo con suerte”. Desde Londres, donde el miércoles asistió al estreno de su Sombras tenebrosas, el cineasta, de 53 años, responde al teléfono y recuerda su niñez, cuando pasó horas y horas delante de la tele, dibujando historias, encerrado en su mundo.
Pregunta. ¿Hasta qué punto este proyecto es suyo o de Johnny Depp?
Respuesta. De ambos, pero la chispa la prendió Johnny. Los dos vimos la serie de televisión, éramos fans, y durante años elucubramos con la posibilidad de adaptarla a la gran pantalla. Pero es que él siempre, y cuando digo siempre me refiero a desde que era crío, soñó con interpretar a Barnabas Collins. Creo que incluso hablamos de este proyecto la primera vez que trabajamos juntos. En resumen, creo que para Johnny era muy muy importante.
P. Tanto, que incluso la ha producido.
R. Es un trabajo muy diferente para él [risas]... que Johnny hizo que ni se notara en el día a día.
P. ¿Johnny no envejece?
R. Nada, está más joven que hace 20 años. Alice Cooper [que sale cantando un tema en el filme] es igual. No sé cómo lo hacen.
P. ¿Pensó mucho en qué quería de salvar de la serie?
R. Pues sí. Porque era una serie familiar, con humor, melodramática, negra... Lo importante era salvar sus esencias, y en mi caso como director, recuperar su tono.
P. ¿Por qué a la gente le atraen tanto los vampiros?
R. Yo veo películas de vampiros desde los cinco años, así que algo de criterio tengo [risas]. Cada país tiene su propia leyenda vampírica, y creo que eso ocurre porque a la gente no le gusta hablar de sexo y muerte, y los vampiros son la perfecta herramienta del subconsciente para reflejar esos miedos y deseos.
P. ¿Le preocupa que la gente vaya a ver su película?
R. Puff, es incontrolable, nunca puedes saber qué tendrá éxito, qué va a funcionar en taquilla. Nunca he empezado un filme planteándome la taquilla.
P. Tiene suerte: todas sus películas parecen cercanas a sus gustos. ¿Nunca se ha prostituido, por llamarlo de alguna manera?
R. Bien fueran proyectos míos, bien encargos, siempre he luchado para que el material se acercara a mi mundo. Desde luego, Sombras tenebrosas es muy mía: se desarrolla en los setenta y la música (yo he escogido todas las canciones), el estilo, los personajes, el ambiente están en mi alma. Pero no entiendo el cine sin hacer personal cada fotograma.
P. Lleva unos 20 años trabajando con la misma gente.
R. Y es una fiesta. Repito con Johnny y Helena Bonham Carter [su pareja], pero me encanta la sensación de que dejemos entrar gente nueva a la extraña familia que se crea en un rodaje.
P. Pues hace esos 20 años que no trabajaba con Michelle Pfeiffer, desde Batman vuelve.
R. No te lo vas a creer: en estos 20 años no habíamos hablado. Ella es sorprendente en su trabajo, y me telefoneó porque también era fan de Sombras tenebrosas. Estoy muy muy contento de repetir.
P. Johnny Depp dice —porque le puso unas prótesis en los dedos y colmillos de vampiro— que rodar con usted es una especie de tortura.
R. [Carcajadas] Siempre encontrarás a alguien que acusa al director de torturarle. Y en este caso, bueno, sí, es el momento de reconocerlo.
P. ¿Cómo lleva su largo de animación Frankenweenie?
R. Pues muy bien, gracias. Estamos rematando la música. Nos queda poco.
P. ¿Quién es más cercano a usted, Johnny o Helena?
R. Vaya... Concedamos que son relaciones distintas. Y eso salva ambas amistades.
Por Gregorio Belinchón
Fuente: El País
Más información: www.eelpais.com
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