sábado, 10 de julio de 2010

LOS NUEVOS MONSTRUOS (Grupo Cínecos - Argentina)


Nuestra amiga Denise Castello lleva adelante el cine club Grupo Cínecos, en la ciudad de Mar del Plata, Argentina, agrupando a coleccionistas y melómanos.
En junio pasado, Grupo Cínecos programó en el Teatro Auditorio Sala Nachman, Boulevard Marítimo Nº 280, Mar del Plata, la película italiana de episodios Los nuevos monstruos del año 1977, dirigida al alimón por Dino Risi, Mario Monicelli y Ettore Scola, una de nuestras favoritas de todos los tiempos.
Transcribimos la reseña.
Oscar Contreras Morales.- 

Título original: "I Nuovi Mostri" (1977)

Dirigida por Mario Monicelli, Dino Risi y Ettore Scola; con Vittorio Gassman, Alberto Sordi, Ugo Tognazzi, Ornella Muti y otros (155 min.)

En 1964 Dino Risi filmó "I Mostri" (Los Monstruos), un conjunto de episodios en clave de humor sobre la realidad social y política italiana de los años 60 que componían una película. Catorce años después, tres conocidos directores (Dino Risi que repite, Mario Monicelli y Ettore Scola) junto a tres de los más grandes actores italianos (Sordi, Tognazzi y Gassman) se reunieron para mostrar, en 9 episodios, su visión crítica, caricaturesca y a la vez coherente sobre diversos aspectos de la vida italiana de aquella época.

Se compone de 9 episodios, contando con un notable equipo de actores a sus anchas, desde el histrionismo a la pausa, dónde sobresale un Sordi en estado de gracia.

La película es un mosaico de pequeñas historias, que pretende aportar una visión cómica acerca de la sociedad italiana de finales de los setenta, repletas de humor negro e ironía corrosiva, como la primera del Obispo (gran Gassman) que accidentalmente recala en una parroquia obrera, la del modoso señorito genialmente interpretado por Sordi que recoge a un peatón atropellado, o la del intento de ingresar "a traición" a una madre en el asilo. Otros fragmentos destacan por su humor clásico, como la discusión del cocinero y el camarero, o por tener un sorprendente final, como en la historia de amor de la azafata y el extranjero desconocido.

Las mayores virtudes vienen de la mano de las interpretaciones, especialmente en las apariciones de Sordi, uno de los actores con mayor talento para la comedia que ha dado el cine, bien secundado por el resto (el histriónico Tognazzi, el citado Gassman o la bellísima Muti), secundarios incluidos.

El cine italiano ya no puede hacer películas como esta. Porque si repasamos su actualidad no vemos un solo heredero de los formidables actores que la protagonizan, como Sordi, Tognazzi y Gassman. Ni de ellos ni de otros también formidables como eran De Sica, Mastroianni, Totó, Manfredi, Fabrizzi o Salvatori.

Los episodios se suceden provocando la sonrisa, la risa y la constatación de que, aparte de unos formidables actores, les dirigían tres directores de la talla de Monicelli, Risi y Scola.

Monicelli, nacido en 1915, es el de más experiencia. A principios de los años cuarenta comienza a escribir guiones y, poco después, empieza a dirigir en colaboración con Steno. En 1953 se independiza y hace obras tan interesantes como "Rufufú" (I Soliti Ignoti, 1958), "La Gran Guerra" (La Grande Guerra, 1959), "La Armada Brancaleone" (L'armata Brancaleone, 1966) y "Un Burgués Pequeño Pequeño" (Un Borghese Piccolo Piccolo, 1977). Risi, nacido en 1917, realiza una irregular carrera como realizador que empieza en 1949 y en la que se encuentran "Una vida difícil" (Una Vita difficile, 196l), "La Escapada" (Il sorpasso, 1962) y "Perfume de Mujer" (Profumo di Donna, 1975), Scola, que nace en 1931, pertenece a otra generación y, tras un largo trabajo como guionista, debuta en la dirección en 1963, y en su obra destaca "Mister Sabatini... Africa... Allá Vamos" (Riusciranno i nostri eroí a trovare l'arnico misteriosamente scomparso in Africa?, 1967) y "Un Día particular" (Una giornata particolare, 1977).

En principio, Los Nuevos Monstruos debían realizarla diez o doce directores que renunciaban a una parte de su salario para ayudar al guionista Ugo Guerra, que estaba paralítico desde hacía algunos años. No encontraron una forma práctica de hacerla y, finalmente, sólo participaron Risi, Monicelli y Scola. Los nueve episodios de diferentes longitudes que la constituyen no están firmados porque algunos están dirigidos por los tres, y por lo tanto constituyen una película colectiva.

Dino Risi contó lo siguiente sobre las relaciones entre "I Mostri" e "I Nuovi Mostri", separadas por catorce años: "Mi antigua película era sobre todo un espejo de la sociedad italiana de entonces. En aquella época los monstruos eran bastante cómodos. La monstruosidad no era ni difusa, ni violenta como hoy. Mientras pensábamos en los episodios de la nueva película, nos dimos cuenta que la realidad italiana sobrepasaba la imaginación. Leíamos el periódico, veíamos los telediarios y observábamos monstruosidades mucho mayores que las que tratábamos de presentar. En mi antigua película se podía hacer una defórrnación de costumbres italianas de entonces. Hoy no sólo la monstruosidad es general, sino que cotidianamente se presenta como un hecho natural. Sólo es necesario poner la cámara en la esquina".

El film fue estrenado en la Argentina en plena dictadura de Videla, lo cual resultó en la censura total del primer sketch del mismo, el centrado en un Obispo de la iglesia católica, fruto del genio interpretativo de Vittorio Gassman.

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