jueves, 10 de junio de 2010

EL ENIGMA JIM MORRISON (Blog LA RUTA NORTEAMERICANA del Diario EL PAÍS, España)


Escribe Fernando Navarro (*)

http://lacomunidad.elpais.com/ruta-norteamericana/2010/5/27/el-enigma-jim-morrison

La trágica muerte de Jim Morrison a los 27 años, en 1971, fue la última de la secuencia de las desapariciones del rock que empezó con el ídolo de Jim, Brian Jones, en 1969, y siguió con Janis Joplin y Jimi Hendrix. Vengo de leerme la biografía El enigma Jim Morrison (Manontroppo), que en su título original en inglés se llama Jim Morrison: Life, Death, Legend. Supongo que el cambio de título al español se debe, en parte, a las claves que aporta esta gran biografía sobre los fantasmas del músico de The Doors desde su más temprana juventud. De alguna manera, el libro tiene un subtítulo que reza: ¿Quién era el líder de The Doors y por qué se autodestruyó?


Es difícil reseñar un libro con tantas anécdotas y tan abundante en explicar la carrera artística y el tiovivo vital de Morrison hasta su muerte a comienzos de los setenta. Stephen Davis, autor de numerosos libros de rock como una biografía de Led Zepellin Zeppelin, lleva a cabo un estupendo trabajo que se lee con gusto página a página.

Así, a bote pronto, una de las muchas anécdotas que se recogen y que me viene a la cabeza es aquella en la que Morrison rindió homenaje a Otis Redding, que iba a ser cabeza de cartel de un concierto conjunto con The Doors en California. Morrison era fan acérrimo de Otis, que murió en un accidente de avión y fue sustituido por Chuck Berry. Hizo comprar rosas y en plena actuación se bajó del escenario a dárselas a las mujeres que estaban allí en memoria de Otis Redding. Casi entre lágrimas, recordó la figura del gigante del soul y se lanzó a cantar The Music is Over. Leyendo el libro, percibes que la intensidad marcó la vida de Morrison.

Pero quiero quedarme con esos primeros capítulos en los que se ahonda en explicar las posibles causas de los trastornos, la soledad y los sueños de un músico con un magnetismo especial, que en EE UU muchos consideran a la altura de los mejores poetas beatniks. Fue un hombre que transgredió los tabúes de la puritana Norteamérica y amenazó a la Administración de Richard Nixon por sus llamadas a la protesta y la rebelión.

Morrison siempre luchó contra la disciplina y eso le llevó a vivir en un clima demasiado tenso en su casa. Hasta el punto que cuando se integró en The Doors rompió abruptamente con sus padres y nunca más volvió a saber de ellos. Más de una vez declaró que sus padres habían muerto y se tiene constancia que su primer número fue una reescritura gráfica sobre la leyenda de Edipo, en la que cantaba sobre matar a su padre y follar con su madre delante de todo el mundo. De hecho, la mejor nota que sacó en la escuela fue en un ensayo sobre El extranjero, la obra existencialista de Albert Camus y por la que tuvo una especial predilección.

Solitario, deprimido y aislado de su familia, al joven Morrison le gustaba quedarse hasta muy tarde escuchando la radio bíblica, cautivado por los incendiarios predicadores evangelistas sureños y los rítmicos locutores de rock’n’roll. Y se cuenta que ya de chaval pensó en suicidarse pero que esa noche sonó un tema de Bo Diddley que le hizo mover los pies y reír y entonces se lo pensó dos veces. De ser así, el tío Bo le salvó la vida.

Pero sin duda una de las grandes influencias existenciales del músico fue Nietzsche. Ray Manzarek, el co fundador de The Doors, declararía que “Nietzsche mató a Jim Morrison”. El cantante leyó durante un verano muchísima obra del filósofo y lo absorbió con profundidad. Su pensamiento radical, que se abría paso de todo convencionalismo, puso a Jim en un camino que no abandonó nunca la senda trágica. Más si se tiene en cuenta que Morrison además era un apasionado de la obra beatnik y le marcó el libro En el camino, de Jack Kerouac, que cita a Nietzsche en el primer párrafo como guía espiritual. Así como el filósofo abrió una puerta a la conciencia moderna, también abrió un portal trascendental de la conciencia de un joven escritor y músico de los suburbios de Virginia.

Jim Morrison fue radical, fue trágico, fue loco, fue poesía en un mundo, el de Estados Unidos de Vietnam y de los desfases políticos y puritanos, demasiado absurdo.

(*) Fernando Navarro, redactor de El País en la sección de Internacional y colaborador del suplemento Babelia y las revistas Rolling Stone, Ruta 66 y Efe Eme.

5 comentarios:

  1. Muy trajica la muerte de Jim Morrison para el Rock y para los fans

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  2. sin duda el personaje mas carismatico del siglo 20,su obra es grande,su poesia es grande,su musica es grande el,es infinitamente grande.

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    1. no seas incoherente la mejor música es de los beatles no sabes nada de rock debo de darte unas clacesitas,ja,ja,ja

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  3. Uno de los artistas mas incomprendidos y populares de su epoca por mucho el mejor james douglas (rey lagarto)

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  4. Gran poeta, gran músico. Sumamente inteligente y gran persona.Muy lindo blog

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