domingo, 31 de octubre de 2010

ARGENTINA ¿HACIA ADÓNDE?, Escribe Pedro Pablo Kuckzynski (Diario CORREO, Lima, Perú)


http://correoperu.pe/correo/columnistas.php?txtEdi_id=4&txtSecci_parent=&txtSecci_id=84&txtNota_id=468669&txtRedac_id=Kuckzynski

El miércoles murió súbitamente el ex presidente argentino (2003-2007) Néstor Kirchner. El "pingüino", así bautizado por su origen en la sureña provincia de Santa Cruz, en la cual falleció de un paro cardíaco, sin duda deja una herencia importante, aunque bastante discutida.
Primero, deja a su esposa Cristina como presidente, electa en su ley en 2007 aunque nadie duda que la presencia de Néstor Kirchner tuvo un papel determinante en esa elección y la siguió teniendo en la presidencia de su esposa. Muchos observadores políticos pensaban que Kirchner tenía una posibilidad de regresar como presidente a fines de 2011, en una alternancia en el poder Néstor-Cristina-¿Néstor? Parecida a la de Putin-Medvedev-¿Putin? En Rusia. En el caso de la Argentina esa posibilidad ha desaparecido.
Segundo, Kirchner dejó una economía boyante. Eso se debió a la fuerte devaluación del peso que lo precedió en 2002-2003 después de la crisis de la "convertibilidad" (el uno-a-uno con el dólar) en 2001-2002. El tipo de cambio más competitivo coincidió con el auge de la demanda de granos y de la soya desde el Asia. Las exportaciones argentinas han pegado un salto hacia arriba. En los últimos años Argentina ha tenido tasas de crecimiento económico parecidas a las del Perú, en una economía mucho más desarrollada. La crisis la golpeó en 2009, pero en 2010, gracias al auge del consumo, se espera un crecimiento superior al 8%.
Claro, no todo ha sido color de rosas. Enormes subsidios estatales a las personas, sobre todo para el consumo de gas natural, han tenido que ser financiados por métodos poco ortodoxos, tales como impuestos a las exportaciones. Eso en 2008 enfrentó al gobierno contra el campo. La devaluación ha fomentado la inflación, hoy oficialmente en 10% pero en realidad más cerca de 30%. Los mercados financieros celebraron la partida de Kirchner: la bolsa de Buenos Aires tocó niveles récord y el riesgo-país bajó fuertemente. Pero la realidad es que deshacer el esquema económico kirchnerista (subsidios y controles de precios, tipo de cambio sobrevaluado, nacionalización de las AFPs para que el Estado utilice sus recursos) va a ser muy difícil. Contrariamente a lo que parecen pensar los mercados financieros, en el año que le queda a Cristina Kirchner es posible que se vea una intensificación de este tipo de políticas.
Tercero, Kirchner dejó una herencia de capacidad de maniobra política pocas veces igualada en Argentina o en América Latina. Pese a que ganó la elección de 2003 con sólo 22% (su principal contrincante no quiso ir a la segunda vuelta), en una serie de maniobras tajantes tomó el control del fracturado peronismo. Supo manejar a los sindicatos y mantener relaciones más o menos cordiales con los principales grupos empresariales. Internacionalmente, se posicionó a la izquierda, aliándose con Hugo Chávez y atacando duramente a Washington y al Fondo Monetario Internacional, pero al mismo tiempo Argentina (bajo Cristina) logró entrar al Grupo de las 20 economías más importantes del mundo, las cuales se reunirán en Corea en los próximos días.
Todo esto se hizo con políticas poco ortodoxas y a veces controversiales. Hubo y siguen habiendo acusaciones persistentes de corrupción. El gobierno de Cristina se ha enfrentado con la prensa, amenazando con tomar el control de la principal planta de papel periódico. No se ve claramente el desenlace de esta batalla.
El panorama electoral para 2011 tampoco es tan claro. Igual que en nuestro Perú, no faltan candidatos. Uno fuerte es Daniel Scioli, gobernador de la dominante provincia de Buenos Aires, quien se ha mantenido como un puente entre el kirchnerismo y el campo. Otro es Ricardo Alfonsín, quien ostenta una aureola democrática y de oposición heredada de su padre, quien fue presidente en una época muy difícil (1983-89), que terminó -igual que en el Perú- en la hiperinflación y una crisis económica y financiera.
Argentina ha progresado en los últimos años pero su historia en los últimos 70 años ha sido una mezcla de marchas y contramarchas, como en muchos otros países de América Latina. Ojalá este patrón de incertidumbre se pueda romper una vez por todas.

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