MURIÓ ALAIN CORNEAU
(Varias Agencias)
El cineasta francés Alain Corneau, director de la exitosa "Todas las mañanas del mundo", que lanzó a la fama al violagambista español Jordi Savall, murió el domingo en la noche en París a los 67 años, indicó el lunes su agente Artmedia. El cineasta murió de un cáncer y será enterrado el sábado en París, informó la fuente. Corneau era "un gran melómano, poseía una gran sensibilidad. Era también músico, podía tocar el piano, adoraba el jazz y la música barroca. Tenía una inmensa cultura general y musical", declaró Savall en entrevista telefónica con la AFP. El director, guionista y productor francés Alain Corneau, era un especialista en el género negro. Su última película, 'Le Crime d'Amour', con Kristin Scott Thomas y Ludivine Sagnier en los papeles protagonistas, acaba de estrenarse en Francia.
Corneau, que también ejerció como productor, fue distinguido en 2004 con el Prix René Clair por su trayectoria cinematográfica.
En 1992, su drama histórico 'Tous les matins du monde' ('Todas las mañanas del mundo') ganó el César a la Mejor Película y Mejor Director.
Fascinado por el cine estadounidense, Corneau era compañero de la cineasta y escritora Nadie Trintignat, madre de la fallecida actriz Marie Trintignat.
Corneau nació el 7 de agosto de 1943 y se formó como músico antes de iniciar su carrera cinematográfica. Sus años de prácticas como asistente del director griego Costantin Costa-Gavras durante los años 70 hicieron que en 1973 tomase una cámara por primera vez y rodase 'Francia, sociedad anónima', una película que resultó un fracaso comercial. Posteriormente en 1976, inspirado por el personaje de 'Harry el sucio' hizo 'Policía Phyton 357', protagonizada por su gran amigo Yves Montand, con quien coincidió de nuevo en 'La amenaza' (1977) y en 'La elección de las armas' (1981), dos clásicos del cine negro francés.
Al mismo tiempo adaptó la 'Serie Negra' (1979) protagonizada por los cómicos ya fallecidos Patrick Dewaere y Marie Trintignant. a partir de los años 80 el realizador experimentó con otros géneros y protagonistas como Gérard Depardieu en 'Fort Saganne' (1984), que fue en su época la película más cara del cine francés. En 1992 'Todas las mañanas del mundo' basada en la novela de Pascal Quignard que cuenta la historia de Marin Marais, un violinista del siglo XVII, encarnado por Jean-Pierre Marielle.
Alain Corneau volvió a adaptar novelas intimistas en películas como 'Estupor y temblores' (2003) adaptado de la novela del escritor Belga Amélie Nothomb o 'Las palabras azules' (2005) basado en la novela homónima de Dominique Mainard. Y un año después cumplió su sueño al adaptar al cine la novela de su ami José Giovanni 'El segundo soplo', protagonizado por Daniel Auteuil y Monica Bellucci.
El cineasta, que el 7 de agosto cumplió 67 años, acababa de estrenar su última película "Crimes d'amour", un filme policiaco, como lo fueron sus primeros éxitos en el cine, tras haber empenzado su carrera como asistente de Costa Gavras.
Algunos de los más grandes actores franceses, de Gérard Depardieu a Yves Montand, pasando por Jacques Dutronc, Michel Blanc y Daniel Auteuil, Monica Bellucci o Ludivine Sagnier, trabajaron a sus órdenes a lo largo de su carrera. Sin embargo, su primer filme, "France, société anonyme" (1973), resultó ser un fracaso.
No fue así con los policiacos que pronto siguieron, y en los que dirigió a Yves Montand, a quien había conocido años antes. Juntos colaboraron en películas como "Policia Python 357" (1976), "La amenaza" (1977) y "Le choix des armes" (1981), que forman parte de los clásicos franceses del género.
Sin querer encerrarse en un género pese a dominarlo a la perfección, Corneau optó por un eclecticismo radical y creó luego películas marcadas por su exotismo, como "Fort Saganne" (1984), protagonizado por Gérald Depardieu, y "Nocturne indien" (1989).
Vino luego la música, con "Todas las mañanas del mundo", sobre la austera y dedicada vida de un gran maestro de la viola de gamba Marin Marais (1656-1728), discípulo de Jean-Baptiste Lully.
Nicolas Sarkozy reaccionó con rapidez para rendirle homenaje. En 2002, Corneau se lanzó a la literatura y adaptó "Stupeur et tremblements" (2002), un best-seller de la escritora belga Amélie Nothomb, cuya acción transcurre en Japón. Fue una primera ocasión de explorar los efectos, mecanismos y consecuencias del acoso laboral, tema que volvió a rozar ahora en su última creación, donde dos mujeres, protagonizadas por Ludivine Sagnier y Kristin Scott Thomas, se afrontan sin piedad en las frías y sofisticadas oficinas de una importante multinacional.
Su antepenúltima cinta fue "Le Deuxième Souffle", que estrenó en 2007, adaptación al cine de una obra de José Giovanni, protagonizada por Daniel Auteuil y Monica Bellucci. Sorprendido aún por la noticia de su muerte, pese a saberlo gravemente enfermo, en declaraciones a la emisora France Info, Costa Gavras evocó los filmes "de gran calidad" de Alain Corneau y sus inicios como becario que muy pronto ascendió y se convirtió en gran amigo.
El cineasta griego evocó, igualmente sus "cualidades humanas", Además de las profesionales, así como sus múltiples conocimientos, del cine la música y de otros muchos temas. "Era un compañero exquisito", resaltó Gavras quien dijo haber disfrutado de su compañía hace tan sólo tres semanas.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, reaccionó también con rapidez para rendir homenaje a la creación de Alain Corneau, y a la memoria "de un hombre valiente que supo defender los derechos de los autores en todas las circunstancias". Un hombre que "sabiendo la importancia del arte, la necesidad de preservar a los creadores", nunca cedió a la demagogia, celebró Sarkozy en un comunicado.
El ministro de Cultura francés, Frédéric Mitterrand, cinéfilo y profesional del cine, elogió el conjunto de su biografía y consideró que Corneau dejará el recuerdo "de un gran adaptador" de la literatura al cine, "y de un hombre abierto y sensible, con pasión, a la pluralidad de las culturas".
---------------------------
Por Zoe Valdés.-
Alain Corneau realizó su última película muy enfermo, como se puede ver en estas imágenes. Hace sólo quince días que Crime d’amour, su última creación se ha estrenado en los cines franceses; yo hice una breve presentación en este blog. Alain Corneau, el músico, el poeta, el cineasta, falleció en la madrugada del domingo para el lunes. La noticia ha sido un duro golpe para las artes y la cultura de este país.
Personalmente, me siento bastante abatida, era un amigo. Nos conocimos durante el Festival de Cannes de 1998, ambos compartimos días de intenso trabajo como miembros del Gran Jurado. Enseguida entablamos amistad, fortificada por su esposa, Nadine Trintignant, también cineasta. Ricardo y yo guardamos bellísimos recuerdos de aquellos días festivaleros en su compañía. Luego nos fuimos encontrando en otros festivales, junto a sus familiares, y en nuestra propia casa, donde hasta comió frijoles negros, picadillo y tostones. Y como era un viajero, supo deleitarse con la sazón cubana.
Alain Corneau no es sólo el autor de esa obra maestra Toutes les matins du monde, donde hizo coincidir a Gérard Depardieu con su hijo Guillaume Depardieu (fallecido también), es el autor de obras del género policiaco, thrillers sentimentales y psicológicos, y hasta eróticos, como es el caso de su última película. Trabajó con los grandes actores de la escena francesa, con el gran Yves Montand, Simone Signoret, Patrick Dewaere, Catherine Deneuve, Sophie Marceau, entre otros. También con Marie Trintignant y con su padre, Jean-Louis Trintignant. Porque Alain Corneau era un cineasta que cuando tenía su guión y su película armada con los actores –como él mismo dijo- necesitaba establecer una relación de admiración, respeto, y cariño con ellos.
Durante los últimos meses luchó contra la enfermedad. Nunca olvidaré que cuando hicimos el acto por las Damas de Blanco en París, Nadine fue una de las más entusiastas, más incluso, que muchos cubanos. No sólo se ocupó de llamar a otras actrices, participó ella también, aunque tuvo que salir corriendo para atender a Alain. Y él –según me dijo- estuvo con nosotros, con el pensamiento.
Su fallecimiento me llena de un profundo dolor. Y me apena mucho la situación en la que queda Nadine, quien además perdió a Marie, hace sólo pocos años, en trágicas circunstancias. En aquel momento, Alain sufrió enormemente, como el amigo y padre que también fue para los hijos de Nadine.
Quiero compartir con ustedes este pequeño homenaje porque Alain Corneau era un hombre que amaba la música, toda, pero especialmente la clásica, y el jazz. Era un gran conocedor de jazz. Admiraba profundamente a Paquito D’Rivera, y seguía nuestra música con sumo interés. Del mismo modo que le importaba muchísimo la situación política cubana, y nos animaba a Ricardo y a mí a continuar nuestro exilio con dignidad. Lo que agradeceremos siempre.
Alain Corneau, por otra parte, no sólo era un hombre detrás de la cámara, o junto a ella, dirigiendo; además era un poeta. Un creador que poseía una amplísima cultura musical, cinematográfica, y literaria. Llevó a la pantalla novelas de Pascal Quignard, Antonio Tabucchi y Amélie Nothomb, y él mismo escribía. Era un poeta, en el vasto sentido de la palabra. Su cine lo demuestra.
Me quedan privilegiados recuerdos de su amistad, y el valor de haber compartido con él y con Nadine conversaciones sobre arte, cine y música, que me enriquecieron profundamente. Gracias, querido Alain. Un beso.
La mejor manera de homenajearlo es asistiendo al cine, ahora, en que Crime d’amour, con Kristin Scott Thomas y Liduvine Sagnier, está en cartelera, en un puesto de relevancia, frente a otros estilos y géneros de cinematografías.
Zoé Valdés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario